Condicionamiento Operante
No todas
nuestras conductas se basan en respuestas reflejas como es el caso del
condicionamiento clásico, de hecho, la mayor parte de nuestras conductas
parecen ser producto de nuestra voluntad (Ej. levantarnos para ir al trabajo,
tomar o no un taxi que nos lleve, copiar o no lo que se dice en clase,…).
El condicionamiento instrumental se refiere al comportamiento voluntario. Una conducta instrumental es aquella que nos sirve para lograr determinadas consecuencias.
El condicionamiento operante o instrumental es el aprendizaje en el que una respuesta voluntaria se refuerza o debilita según sus consecuencias sean positivas o negativas.
A diferencia del condicionamiento clásico, donde los comportamientos son las respuestas biológicas naturales a la presencia de estímulos como el alimento, el agua, el dolor, etc., en el condicionamiento operante, un organismo opera en su ambiente y efectúa respuestas voluntarias para producir un resultado deseable: los organismos tienden a repetir las respuestas que se acompañen de consecuencias favorables.
El condicionamiento instrumental se refiere al comportamiento voluntario. Una conducta instrumental es aquella que nos sirve para lograr determinadas consecuencias.
El condicionamiento operante o instrumental es el aprendizaje en el que una respuesta voluntaria se refuerza o debilita según sus consecuencias sean positivas o negativas.
A diferencia del condicionamiento clásico, donde los comportamientos son las respuestas biológicas naturales a la presencia de estímulos como el alimento, el agua, el dolor, etc., en el condicionamiento operante, un organismo opera en su ambiente y efectúa respuestas voluntarias para producir un resultado deseable: los organismos tienden a repetir las respuestas que se acompañen de consecuencias favorables.
Este condicionamiento fue
descubierto por el norteamericano E. L. Thorndike, más o menos en la misma
época en que Pavlov hacía sus experimentos con perros.
Thorndike encerraba gatos o ratas en
jaulas dotadas de un mecanismo sencillo para abrirlas desde adentro. El animal
intentaba salir (sobre todo si estaba hambriento y fuera veía comida) y
comenzaba a agitarse en el interior de la jaula. En uno de los movimientos daba
casualmente al mecanismo y conseguía salir (recibiendo así la recompensa, que
es posterior a su acción). Si se repetía la misma situación, se observaba que
el animal terminaba por aprender el mecanismo de salida: el número de
"ensayos y errores" se iba reduciendo hasta que el aprendizaje se
perfeccionaba.
Los estudios más famosos sobre el
condicionamiento operante se deben al también norteamericano B. F. Skinner
que utiliza igualmente animales, ratas y palomas, sobre todo. Skinner ideó un
mecanismo: "la caja de Skinner" dispuesto de tal manera que cada vez
que se presiona cierta tecla se tiene acceso a la trampilla donde se encuentra
la comida, que en este caso es el refuerzo que consigue la consolidación de una
conducta en el animal.
Este aprendizaje se denomina
"operante" porque el sujeto aprende a realizar ciertos
comportamientos. Para ello son fundamentales los refuerzos y castigos: un
premio o refuerzo es cualquier estímulo que aumenta la probabilidad de
que cierta conducta sea repetida por el sujeto; un castigo es cualquier
estímulo que disminuye la probabilidad de que cierta conducta sea repetida.
El condicionamiento operante de
la conducta de los animales permite al hombre utilizar sus habilidades: así, se
utiliza el olfato de los perros para combatir el contrabando de ciertas
mercancías, en tareas de salvamento, etc.
El propio Skinner consiguió
notables éxitos en adiestramiento de animales; sin embargo, su principal aportación
se encuentra en el terreno de la educación (donde es muy importante la
motivación y del refuerzo de la conducta) y del comportamiento social (técnicas
de la modificación de la conducta).